sábado, 30 de octubre de 2010

Éxtasis.

Sentía que me faltaba el aire, catarata de imágenes y sentimientos que me eran imposibles de controlar, diluirlos era mi meta. Increíble, fantástico, maravilloso, ni siquiera esas palabras se acercan a lo que sentí. Incluso comenzaba a marearme, angustia y gozo a la vez, dolor y placer al unísono, en definitiva, algo extraordinario, imposible de explicar, por lo menos con palabras.
¿Sabéis de qué hablo? ¡Joder!, ¡tenéis que probarlo!







Sine die.

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